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El Xook k’iin y su metodología

  • popolvujzm
  • 5 ene 2018
  • 3 Min. de lectura

Xook k’íin o cabañuelas mayas, conocimientos ancestrales mayas y europeos y que combinados entre sí, aún siguen vigentes y aplicados en más del 90% de quienes practican la milpa, y quienes lo han dejado de practicar, incide en gran parte en la perdida de sus cosechas y a la par, las semillas que heredaron de sus padres y abuelos.


El xook k’íin se realiza en el mes de enero de cada año, se divide en cuatro etapas durante todo el mes:


Primera etapa: del 1 al 12 de enero se trata de registra las condiciones del clima día a día y a cada uno de éstos se les asocia con un mes: el día 1 con enero, el 2 con febrero, así hasta llegar al día 12 o diciembre.


Segunda etapa: del 13 al 24 de enero el conteo es la inversa el día 13 representa diciembre, 14 noviembre hasta llegar al día que es representado por el mes de enero, al igual que en la primera etapa se trata de hacer el registro climatológicas de cada día.

Tercera etapa: del 25 al 30 de enero el conteo será de manera bimestral es decir que el día 25 es representado por los meses de enero y febrero, el día 26 marzo y abril y continua de manera sucesiva hasta el día 30, cada 12 horas del día representa un mes.


Cuarta etapa: corresponde al día 31 de enero en donde cada hora representa un mes inicia desde la primera hora; el conteo va de enero a diciembre termina a medio día y del medio día hasta antes de la media noche es a la inversa es decir de diciembre a enero.


De esta manera al concluir el registro de las cabañuelas o xook k’iin, se analiza todo lo acontecido durante el mes y con ello se va realizando las decisiones que corresponden en cuanto al trabajo del campo y otras actividades.


En este sentido el agrónomo Bernardo Caamal Itza en entrevista comenta que en la península de Yucatán se está desarrollando una metodología hasta cierto punto se puede decir que más sólida en cuanto a la observación del estado del tiempo, de tal manera que los resultado observados en enero se le denomina como pronóstico de largo plazo de un año (PLPA). Independiente a los resultados de éste pronóstico general, los registros continua en cuanto a la observación de los bio indicadores como la yuya o la calandria, el beek (roble) jabín), entre otros, cuyos resultados los hemos catalogado como Pronóstico del Mediano Plazo para un Año (PMPA), y en éstos últimos meses, las yuyas construyeron sus nidos con una longitud menor a los 50 centímetros, y de acuerdo al tamaño y la forma en fue elaborada, coincidió con el pronóstico del PMPA, mientras que en el caso de las cigarras (y en éstos últimos días “continua con sus cantos” lo que aclara que serán meses de ligeras lluvias y entrecortada con breves periodos de sequía), su actuación está catalogada en otra fase de los bio indicadores considerados como Pronosticadores de Corto Plazo para un Año (PCPA). En sí, esto significa que nuestras observaciones y registros no termina en el mes de enero, sino que seguimos trabajando observando los resultados de los otros bio indicadores restantes, cuyos datos permiten realizar el pronóstico, lo que aclara que éste sistema de observación milenaria sigue generando resultados interesantes para los productores de la región.

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